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¡Explosión de sabores!
La Habitación Saludable, Nutrición
¿Cuántos sabores conoces?
Seguramente en el colegio te enseñaron que existían 4 sabores básicos diferentes: ácido, amargo, dulce y salado. Pero… ¿sabías que recientemente se ha descubierto un quinto sabor? ¡Se llama umami! A lo mejor te sonará a cuento chino, pero ¡lo descubrió un experto en química japonés! Está asociado al glutamato monosódico y lo podemos percibir en muchos alimentos de nuestro día a día como las anchoas, jamón serrano, salsa de soja, espárragos, quesos curados, tomate maduro…
El nombre UMAMI viene de dos palabras japonesas: umai que significa delicioso y mi que significa sabor.
¿Piensas que el gusto y el sabor de un alimento son lo mismo?
Pueden parecer sinónimos, pero ¡no lo son! El gusto es la reacción que se produce en las papilas gustativas y el sabor es la experiencia global de gusto, tacto, temperatura, vista y sonido del alimento.
El sentido que más influye en el sabor de los alimentos es el olfato. El olor que emite un plato se capta primero por la nariz, pero al comenzar a ensalivar el alimento en la boca aumenta la temperatura y reaccionan nuevas moléculas volátiles, creando nuevos olores.
La percepción del olor en el sabor es tan importante que muchos sabores no se pueden identificar sin su aroma. El 80% de lo que piensas que es sabor es en realidad olor.
¡¡Vamos a hacer un experimento!!
Hazte un zumo de naranja natural, tápate la nariz y bebe: percibirás el gusto dulce pero te resultará complicado detectar el sabor del mismo al no poder percibir su olor… ¿Curioso verdad?
¿Te has preguntado alguna vez por qué la comida de los aviones está sosa y poco sabrosa?
Las papilas gustativas y el sentido del olfato son las primeras cosas que desaparecen cuando estás a 10.000 metros de altura. En una cabina de un avión disminuyen la humedad y la presión, lo que unido al ruido de fondo, disminuye la sensibilidad de las papilas gustativas y son la causa fundamental de que notemos menos el sabor dulce y salado de los alimentos. Sin embargo, el sabor umami podría ser potenciado por el ruido de fondo de la cabina, por eso un zumo de tomate tomado en un avión sabe mejor.
Si de pequeño tenías la manía de tomar el yogur siempre con la misma cuchara…
Probablemente tus padres te tildarían de caprichoso, pero ¿sabías que se ha demostrado que el tamaño, el peso, la forma y el color de los cubiertos influyen en el sabor de los alimentos? Un yogur es más sabroso si lo tomamos con una cuchara blanca que si lo tomamos con una negra. Esto se debe a que el cerebro emite juicios sobre los alimentos que tomamos mucho antes de que nos los llevemos a la boca.
¿El plato está soso, salado o en su justa medida?
Cuando sales con tus amigos siempre habrá diversidad de opiniones, pero ¡tiene su explicación! La ciencia ha demostrado que hay personas con ciertas variantes genéticas en un gen llamado TAS2R38, que les permiten percibir mayor amargor en los alimentos, y esto hace que necesiten más sal para quitar el amargor a la comida.
Nutricuriosidad: nuestro paladar se educa
Es necesario probar al menos quince veces una misma comida para poder llegar a encontrarle el gusto. Además, tus papilas gustativas se vuelven menos sensibles con los años.
Así que cómo puedes ver, el mundo de los sabores es increíblemente amplio, y para gustos… ¡LOS SABORES!
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