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EMOCIONARIO, Aprender a entender el arte de emocionarse
La Habitación Saludable, PsicoNutrición
Hay momentos en la vida en los que tenemos malestar pero no logramos identificar su origen. En muchos casos, incluso, nos resulta imposible saber qué es lo que estamos sintiendo. No somos capaces de ponerle un nombre. Esto puede ser debido a que estamos desconectados de aquello que sentimos, de nuestras emociones.
El autocuidado emocional nos permite aliarnos con nuestras emociones en beneficio de nuestra salud y bienestar siendo un modo de tomar las riendas de quiénes somos. Reconocernos, sentirnos, cuidarnos.
El primer paso para cultivar nuestro autocuidado emocional es ser consciente de que las emociones son un aspecto esencial en la vida del ser humano e influyen en todo lo que hacemos (también en cuándo y qué comemos). Ten en cuenta que las emociones determinan cómo nos sentimos, comportamos y pensamos. Si las descuidamos seremos más susceptibles al malestar físico y psicológico.
Nuestro mundo emocional es muy complejo, y desconocemos gran parte de él porque no estamos acostumbrados a prestarle atención en el día a día.
¿Te preguntas alguna vez qué estás sintiendo?
Como dice la psicóloga Cristina Andrades, vivimos como si las emociones fueran un complemento del que alardeamos cuando nos queda bien (las llamadas “emociones positivas”) y escondemos cuando creemos que no será aceptado socialmente (las mal llamadas “emociones negativas”).
Es importante entender que ninguna de las emociones son por sí mismas «malas» o «peligrosas», aunque algunas veces sintamos que sí lo son. Necesitamos todo el abanico de emociones, las «buenas» y las «malas» para poder funcionar en el mundo. Imagina por un momento cómo sería no tener emociones. No tendríamos subidas y bajadas, pero seríamos como robots, autómatas sin rumbo a lo largo del día. Ahora imagina cómo sería si solo tuvieras las emociones «buenas». ¿Cómo sabríamos si nuestra vida está de repente en peligro si no sintiéramos miedo? o ¿cómo nos defenderíamos cuando nos ofendieran si no sintiéramos ira? La cuestión es que todas nuestras emociones, las «buenas», las «malas» y las «feas» nos dan mucha información sobre lo que está pasando en nuestra vida. Nos ayudan a gobernar, dirigir nuestro mundo y a motivarnos para hacer cosas que son de ayuda o utilidad para nuestra supervivencia.
A veces, no podemos ponerle nombre a lo que sentimos porque no disponemos de ese vocabulario emocional. Por ello, las psicólogas de La Habitación Saludable te ayudamos en este primer paso hacia el autocuidado emocional y hemos elaborado un emocionario para que empieces a familiarizarte con tu mundo emocional que podrás descargarte gratuitamente de nuestra tienda
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