TALLERES – CONSULTA ONLINE – FORMACIÓN PARA EMPRESAS
Los polvorones: una historia de amor-odio
La Habitación Saludable, PsicoNutrición
Ya tenemos las Navidades aquí, y eso se nota en el ambiente: las luces, los mercadillos, los belenes y… los mantecados, polvorones, garrapiñadas, turrones, mazapanes, alfajores, pestiños. Todo este festival de dulces típicos puede causarnos empacho con solo pensarlo.
Y es que por un lado, nos encanta esta época del año porque estos dulces están muy buenos y por eso los comemos, pero por otro lado, sabemos que se nos puede ir de las manos, y esto se puede traducir en unos kilitos de regalo. Luego llega enero y vuelta a empezar con los propósitos de retomar los hábitos saludables.
Relación amor-odio con los polvorones
Eso de querer comerte un polvorón, pero no saber parar y luego venir otro y luego otro más, puede ser un problema que te hará sentir tan incómodo que incluso llegará un momento en el que si te lo comes no lo disfrutes, porque piensas que no deberías estar comiéndotelo. Y este es el problema, no el polvorón, sino la relación amor-odio con la comida.
Entonces, ¿me como el polvorón o no me lo como?
La decisión de comerte o no el polvorón sólo depende ti, tú eres quien decide. Pero antes de tomar la decisión hazte una pregunta:
¿Me apetece realmente el polvorón?
Si la respuesta es tajante: “si me apetece”, entonces hazlo y disfrútalo, se consciente de lo que estás comiendo, tómate tu tiempo, saboréalo y busca todos los matices que puedas encontrar, olvídate de prejuicios o de juicios de valor de si “debería o no comérmelo”, ésta ha sido tu decisión y es la más acertada que puedes tomar. Si actúas de esta forma probablemente un sólo polvorón te habrá sabido a gloria y no necesitarás coger otro.
Si la respuesta es del tipo: “realmente no me apetece pero ¿por qué no comérmelo?”, “yo lo cojo y luego ya veremos”, “si estamos en Navidad habrá que comérselo”, “¿por uno (detrás de otro) qué va a pasar?”… No te rías, que más de una vez habrás pensado esto. Es entonces cuando estás actuando con hambre emocional, y no con hambre real o lo que es lo mismo, el polvorón te ha poseído como si del anillo de Frodo se tratara.
4 claves para no sucumbir a la “posesión” del polvorón:
- Párate. Sí, puedes hacerlo y pregúntate: ¿Por qué quiero comerlo?, ¿Tengo hambre real?, ¿Es un premio para mí? ¿Me apetece?. “En las preguntas hallarás la respuesta, amigo Frodo”.
- Haz una respiración abdominal, consiste en respirar llevando el aire al estómago. Haciendo esto conseguimos que la rama parasimpática de nuestro sistema nervioso se active y nos relajemos. Cuanto más veces lo hagas, más relajado te encontrarás y podrás evitar la “posesión del polvorón”.
- Enfoca tu atención en otras cosas que no sea la bandeja llena de polvorones, fíjate, por ejemplo en los pañitos de crochet que tiene tu abuela en el sofá. En todas las casa de las abuelas hay bandejas de polvorones y pañitos de crochet.
- Aprende a decir “no gracias” ante un ofrecimiento de polvorones. Rechazarle a tu abuela un polvorón no le romperá el corazón y a ti te librará de caer en la posesión de empezar y no parar hasta que la bandeja se acabe. Además, rechazar algo que te ofrece una persona no es rechazar a esa persona, sino lo que te ofrece en ese momento.
Como ves, la relación con los polvorones, o con cualquier otro alimento, puede ser una relación de amor-odio, y ya sabemos que este tipo de relaciones no son sanas ni suelen terminar bien. Los alimentos están para disfrutarlos y consumirlos de una forma consciente, y ya sabemos que algunos pueden ser más saludables que otros. Si decides tomar un alimento de los denominados “no saludables”, hazlo porque de verdad te apetezca, y disfrútalo, no porque has sucumbido a la posesión del mantecado y los pañitos de crochet de tu abuela.
Si identificas que tienes alguna dificultad en tu relación con la comida o en algo más, ponte en contacto con nosotros. Estamos encantados de ayudarte. 🙂
La Habitación Saludable www.lahabitacionsaludable.com / Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/LaHabitacionSaludable
nutrición nutricionista dietista-nutricionista dieta